Este relato está dedicado a los miembros del Club de Lectura "Café entre Libros"
Debe leerse como si se tratara de una conversación informal en la que se habla de todos los miembros del club.
Entre
unos que van viniendo
y
otros van marchando,
por
suerte, el club de lectura
poco a
poco va rodando.
Y yo me
estoy acordando
que fue
el pasado febrero
nuestra
primera reunión.
¿Sabéis
quién llegó primero?
El
primero llegó Juanjo,
que se
sentó en esta mesa
y
esperó por los demás
tomándose
una cerveza.
Oye, y
ahora no viene
¿tú
sabes lo qué le pasa?
Pues
según tengo entendido
apenas
sale de casa,
que
anda el hombre investigando
la
fórmula el limonchello
porque
le contó Filadi
que a
ella le sale muy bueno.
Y
aunque Juanjo le pidió
que le
diera la receta,
a ella
se le olvidó,
que se
le va la cabeza,
porque
entre hacer limonchello
y
caminar por Salinas,
ir a
nadar, de bureo,
tomar
café con amigas,
ya no
le queda más tiempo
para
otros menesteres
y por
eso algunas veces
no trae
hechos los deberes.
El que
no volvió fue Eduardo,
y bien
me acuerdo de él,
que sus
poemas y escritos
me
estremecían la piel.
Es que
ese hombre escribe
con
mucha fuerza y pasión,
lo
mismo sobre accidentes
que de
amor o desamor.
Y
bueno, aunque no viene
casi a
ninguna reunión,
por lo
menos sí nos manda
para
colgar en el blog.
Sin
embargo, Rosa escribe
con
ternura de su infancia,
de la
vida con sus padres
y su
hermana en las montañas.
¿Sabéis
que se fue a la India?
Sí, y también
al Nepal,
pero
desde que volvió
su
existencia sigue igual,
porque
entre charlas de inglés,
universidad,
teatro,
conciertos
y conferencias,
ya no
le queda ni un rato.
¿Y qué
pensáis de Marián?
Que ha
sido un descubrimiento
y creo
que brillará
cual
estrella en firmamento.
Pues
hay que ser, muy, muy lista
para
escribir no-relatos,
sobre
todo de cotrofes
y casi
todos rimados.
¿Y tu
ves cómo los lee?
Anda
que no es teatrera,
acompañando
sus cuentos
con
sonidos y con muecas.
Y
Gloria, tú que conoces
bastante
bien a Teresa,
cuéntanos
tú cómo es
¿qué
puedes decir de ella?
Teresa
dice que ella
no
tiene idea de nada
y por
eso siempre está
del
teléfono colgada
para
resolver las dudas
mirando
por internet,
sobre
títulos, autores,
o cosas
de su interés.
Pero
luego, cuando habla,
lo hace
con decisión,
porque
es de las que creen
que uno
más uno son dos.
Pues Gloria,
tu eres melosa
y
dentro del corazón
llevas
tu tierra de magia
y
pimientos del Padrón,
que
reflejas en tus cuentos
con
gracia e imaginación,
aunque
lo que más te gusta
es
escribir sobre humor,
dibujando
personajes
un
tanto disparatados
y
situaciones absurdas
en
pueblos un poco raros.
¿Y de Eva qué decis?
Pues que le gusta informar
de los actos culturales
que hay en nuestra ciudad.
Es jovial
y muy alegre
y
escribe cuentos cortitos
que nos
lee casi siempre
susurrando
muy bajito.
Tiene
una mano vendada,
porque
en ella le cayó
aceite
ardiendo de un cazo
que a
la pobre la abrasó.
Cristina tú eres mujer
de
prosa fácil y hermosa,
lo
mismo escribes de humor
que de
cualquier otra cosa.
Pero
bebes mucho agua,
no
deberías beber tanto,
que
diluye las ideas
y deja
la mente en blanco.
Y sería
una desgracia
no
poder ya disfrutar
de los
bonitos relatos
que tu
cabeza ha de dar
¿Y de Merche
sabéis algo?
Que
tiene en casa un arcón
donde
guarda con esmero
su
ajuar de imaginación,
sobre
peces que no nadan
sobre
princesas que escriben
sobre
letras que se escapan
y fuera
del cuento viven.
Y nos
hace recordar
aquellos
tiempos pasados,
despacio,
tranquilamente,
y no a
ritmo acelerado,
que es
como Asun transita,
a toda
velocidad,
con la
lengua o con las piernas,
nadie
la puede parar.
Según
dicen, a menudo,
sale de
casa corriendo
y da la
vuelta a Avilés
en dos
minutos y medio.
Otros
días se prepara
y
marcha de maratón,
que
igual se planta en Oviedo
que se
arrima hasta Gijón
Oye ¿Y
lo de Isabel?
No sé
¿qué pasa con ella?
Pues
creo que montó un belén
más
tremendo que la Esteban.
No me
lo puedo creer
Si
parece muy tranquila.
Pues
hija, y yo qué sé,
Será
que no tomó tila.
Pues yo
por lo que sé de ella
aunque
no tenga que ver
es que
se vuelve loca
por la
historia de Avilés.
Todavía
queda Montse
para
poder destripar,
pero
parece serena,
no nos
lo tomará a mal.
Montse
es una gran lectora
y sabe
dar opinión,
pero lo
que más le gusta
es leer
libros de humor.
También
le gustan los perros
porque
tiene en su wasap
uno
blanco, muy apuesto,
que
creo que ladra genial.
¿Y Daniel?
¿Qué será de él?
Que
sigue por Inglaterra
son las
últimas noticias.
Está
buscando faena.
Yo a
Daniel lo recuerdo
siempre
con su ordenador
y tengo
que agradecerle
que nos
haya hecho el blog.
Y desde
aquí le deseo
que
encuentre pronto trabajo
para
que pueda vivir
más
tranquilo, desahogado.
¿Y qué
ha sido de ese chico
que iba
contigo a la radio?
No sé
quién dices....ah, Hugo,
anda el
pobre muy líado
haciendo
un montón de cursos,
yendo a
fichar al INEM,
buscando
bolsas de empleo
y cosas
que no diré.
¿Tu
crees que volverá?
Sí, no
lo pongas en duda
porque
lo pasaba bien
departiendo
en la tertulia.
La
última que llegó,
sea
Carmen o Carmela
creo
que es profesora
y que
dibujando es buena.
Hace
buenos comentarios
con su
voz suave y pausada
sobre
aquello que leemos
y
transmite mucha calma.
Yo
siempre recordaré
cuanto
contó lo del ciervo
que
escribió Sándor Márai.
¡Casi
se sintió el estruendo!
Y ya
que hablamos de todos
en esta
junta informal
recordar
nuestras lecturas
no
estaría nada mal.
Porque
ya hemos leído
como
diecisiete autores,
además
de poesías,
artículos
y opiniones.
Leímos
a García Márquez,
a la
Puértolas también,
y al
señor Sándor Márai,
ese que
escribe tan bien.
Juan
Marsé nos enseñó
esa
Barcelona de antes
y el
señor Manuel Vicent
una
Valencia brillante.
Palacio
Valdés pasó
por
nuestra reunión con prisa
y don
Eduardo Mendoza
nos
arrancó una sonrisa.
La
Matute nos dejó
sumidos
en el letargo
pero la
última nóbel
la
superó muy de largo.
Paul
Auster nos deleitó
con su
escritura fluída
y el
Sampedro nos contó
sus
visiones de la vida.
Muñoz
Molina dejó
historias
del día a día
y con
Hemingway algunas
nos
fuimos de cacería.
De
Cervantes nos leímos
sus
Novelas Ejemplares
y de
Quevedo sus versos
de
irónicos malabares.
Y por
fin Dolores Medio
esa que
es paisana nuestra
nos
hace llegar a todos
del
Principado unas muestras.
Y
perdonen si nos queda
algún
autor sin nombrar
es
normal que habiendo tantos
se nos
pudiera olvidar.
Pues
yo, de tanto hablar
Ya
tengo secos los bofes.
¡Venga!
¡Vamos a brindar!
¡Levantemos
los cotrofes!
Y así
ya nos despedimos
De
todos los compañeros
De
nuestro club de lectura.
¡Volveremos
en enero!
Entre
unos que van viniendo
y
otros van marchando,
por
suerte, el club de lectura
poco a
poco va rodando.
Y yo me
estoy acordando
que fue
el pasado febrero
nuestra
primera reunión.
¿Sabéis
quién llegó primero?
El
primero llegó Juanjo,
que se
sentó en esta mesa
y
esperó por los demás
tomándose
una cerveza.
Oye, y
ahora no viene
¿tú
sabes lo qué le pasa?
Pues
según tengo entendido
apenas
sale de casa,
que
anda el hombre investigando
la
fórmula el limonchello
porque
le contó Filadi
que a
ella le sale muy bueno.
Y
aunque Juanjo le pidió
que le
diera la receta,
a ella
se le olvidó,
que se
le va la cabeza,
porque
entre hacer limonchello
y
caminar por Salinas,
ir a
nadar, de bureo,
tomar
café con amigas,
ya no
le queda más tiempo
para
otros menesteres
y por
eso algunas veces
no trae
hechos los deberes.
El que
no volvió fue Eduardo,
y bien
me acuerdo de él,
que sus
poemas y escritos
me
estremecían la piel.
Es que
ese hombre escribe
con
mucha fuerza y pasión,
lo
mismo sobre accidentes
que de
amor o desamor.
Y
bueno, aunque no viene
casi a
ninguna reunión,
por lo
menos sí nos manda
para
colgar en el blog.
Sin
embargo, Rosa escribe
con
ternura de su infancia,
de la
vida con sus padres
y su
hermana en las montañas.
¿Sabéis
que se fue a la India?
Sí, y
también al Nepal,
pero
desde que volvió
su
existencia sigue igual,
porque
entre charlas de inglés,
universidad,
teatro,
conciertos
y conferencias,
ya no
le queda ni un rato.
¿Y qué
pensáis de Marián?
Que ha
sido un descubrimiento
y creo
que brillará
cual estrella
en firmamento.
Pues
hay que ser, muy, muy lista
para
escribir no-relatos,
sobre
todo de cotrofes
y casi
todos rimados.
¿Y tu
ves cómo los lee?
Anda
que no es teatrera,
acompañando
sus cuentos
con
sonidos y con muecas.
Y
Gloria, tú que conoces
bastante
bien a Teresa,
cuéntanos
tú cómo es
¿qué
puedes decir de ella?
Teresa
dice que ella
no
tiene idea de nada
y por
eso siempre está
del
teléfono colgada
para
resolver las dudas
mirando
por internet,
sobre
títulos, autores,
o cosas
de su interés.
Pero
luego, cuando habla,
lo hace
con decisión,
porque
es de las que creen
que uno
más uno son dos.
Pues Gloria,
tu eres melosa
y
dentro del corazón
llevas
tu tierra de magia
y
pimientos del Padrón,
que
reflejas en tus cuentos
con
gracia e imaginación,
aunque
lo que más te gusta
es
escribir sobre humor,
dibujando
personajes
un
tanto disparatados
y
situaciones absurdas
en
pueblos un poco raros.
¿Y de Eva qué decis?
Pues que le gusta informar
de los actos culturales
que hay en nuestra ciudad.
Es
jovial y muy alegre
y
escribe cuentos cortitos
que nos
lee casi siempre
susurrando
muy bajito.
Tiene
una mano vendada,
porque
en ella le cayó
aceite
ardiendo de un cazo
que a
la pobre la abrasó.
Cristina tú eres mujer
de
prosa fácil y hermosa,
lo
mismo escribes de humor
que de
cualquier otra cosa.
Pero
bebes mucho agua,
no
deberías beber tanto,
que
diluye las ideas
y deja
la mente en blanco.
Y sería
una desgracia
no
poder ya disfrutar
de los
bonitos relatos
que tu
cabeza ha de dar
¿Y de Merche
sabéis algo?
Que
tiene en casa un arcón
donde
guarda con esmero
su
ajuar de imaginación,
sobre
peces que no nadan
sobre
princesas que escriben
sobre
letras que se escapan
y fuera
del cuento viven.
Y nos
hace recordar
aquellos
tiempos pasados,
despacio,
tranquilamente,
y no a
ritmo acelerado,
que es
como Asun transita,
a toda
velocidad,
con la
lengua o con las piernas,
nadie
la puede parar.
Según
dicen, a menudo,
sale de
casa corriendo
y da la
vuelta a Avilés
en dos
minutos y medio.
Otros
días se prepara
y
marcha de maratón,
que
igual se planta en Oviedo
que se
arrima hasta Gijón
Oye ¿Y
lo de Isabel?
No sé
¿qué pasa con ella?
Pues
creo que montó un belén
más
tremendo que la Esteban.
No me
lo puedo creer
Si
parece muy tranquila.
Pues
hija, y yo qué sé,
Será
que no tomó tila.
Pues yo
por lo que sé de ella
aunque
no tenga que ver
es que
se vuelve loca
por la
historia de Avilés.
Todavía
queda Montse
para
poder destripar,
pero
parece serena,
no nos
lo tomará a mal.
Montse
es una gran lectora
y sabe
dar opinión,
pero lo
que más le gusta
es leer
libros de humor.
También
le gustan los perros
porque
tiene en su wasap
uno
blanco, muy apuesto,
que
creo que ladra genial.
¿Y Daniel?
¿Qué será de él?
Que
sigue por Inglaterra
son las
últimas noticias.
Está
buscando faena.
Yo a
Daniel lo recuerdo
siempre
con su ordenador
y tengo
que agradecerle
que nos
haya hecho el blog.
Y desde
aquí le deseo
que
encuentre pronto trabajo
para
que pueda vivir
más
tranquilo, desahogado.
¿Y qué
ha sido de ese chico
que iba
contigo a la radio?
No sé
quién dices....ah, Hugo,
anda el
pobre muy líado
haciendo
un montón de cursos,
yendo a
fichar al INEM,
buscando
bolsas de empleo
y cosas
que no diré.
¿Tu
crees que volverá?
Sí, no
lo pongas en duda
porque
lo pasaba bien
departiendo
en la tertulia.
La
última que llegó,
sea
Carmen o Carmela
creo
que es profesora
y que
dibujando es buena.
Hace
buenos comentarios
con su
voz suave y pausada
sobre
aquello que leemos
y
transmite mucha calma.
Yo
siempre recordaré
cuanto
contó lo del ciervo
que
escribió Sándor Márai.
¡Casi
se sintió el estruendo!
Y ya
que hablamos de todos
en esta
junta informal
recordar
nuestras lecturas
no
estaría nada mal.
Porque
ya hemos leído
como
diecisiete autores,
además
de poesías,
artículos
y opiniones.
Leímos
a García Márquez,
a la
Puértolas también,
y al
señor Sándor Márai,
ese que
escribe tan bien.
Juan
Marsé nos enseñó
esa
Barcelona de antes
y el
señor Manuel Vicent
una
Valencia brillante.
Palacio
Valdés pasó
por
nuestra reunión con prisa
y don
Eduardo Mendoza
nos
arrancó una sonrisa.
La
Matute nos dejó
sumidos
en el letargo
pero la
última nóbel
la
superó muy de largo.
Paul
Auster nos deleitó
con su
escritura fluída
y el
Sampedro nos contó
sus
visiones de la vida.
Muñoz
Molina dejó
historias
del día a día
y con
Hemingway algunas
nos
fuimos de cacería.
De
Cervantes nos leímos
sus
Novelas Ejemplares
y de
Quevedo sus versos
de
irónicos malabares.
Y por
fin Dolores Medio
esa que
es paisana nuestra
nos
hace llegar a todos
del
Principado unas muestras.
Y
perdonen si nos queda
algún
autor sin nombrar
es
normal que habiendo tantos
se nos
pudiera olvidar.
Pues
yo, de tanto hablar
Ya
tengo secos los bofes.
¡Venga!
¡Vamos a brindar!
¡Levantemos
los cotrofes!
Y así
ya nos despedimos
De
todos los compañeros
De
nuestro club de lectura.
¡Volveremos
en enero!
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