Lucia
Cuando
entró por la puerta estaba preparada para encontrarse lo de siempre.
Sin embargo, vio sorprendida que la botella que su marido tenía al
lado de la televisión no contenía alcohol, sino zumo de piña. Esta
vez, aunque seguía pegado a los deportes televisados, había
cumplido la promesa de dejar la bebida. Le dio un beso en la mejilla
y se sentó a su lado.
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