Filadi Curto
Lo
recuerdo cansado, tirado sobre la cama con la boca abierta y los ojos cerrados
con sus gafas puestas. Y lo siento lejano, en un mundo de sueños inconfesables,
tal vez ajados. Y busco su calor para que arrope mi desvelo, pero tan solo encuentro
su sueño ajeno.
En
la soledad de la noche me levantó y a hurtadillas buscó otro aliado. Y allí
estaba, en la botella de brandy y el vaso. A la mañana siguiente él hallará el
aire cargado y mi sueño pesado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario