Eduardo Martínez
El vestido en el
armario.
Y en la memoria
el amor que pudo ser.
Recuerdo...
Porque oigo
truenos -ásperos- a lo lejos, y me recuerdan los sueños
que no van más
allá de la noche
Los átomos de
polvo, a través de las cortinas que, como tú,
lo llenan todo.
La sonrisa que
me viola, irremediablemente; no me resisto...
Recuerdo...
Para no morir,
para no vivir la finalización de mi voz...
Pasar por ese
lugar, recordar aquel día...
Recordar, recordar...
Que estoy
aburrido de mi,
que llegaré
muerto al día de mi muerte...-insoportable lucidez-
Traspaso de
tiempo al tiempo insuficiente.
Abrumadora e
imparable realidad personal,
árida y desierta
primavera...
inconfundible
fin...
1 comentario:
"ya quisieran algunas manos tocar como lo hacen tus poesías "
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