Filadi Curto
Con la respiración contenida te espero junto a la orilla del mar. Y de la mano romperemos su espuma y echaremos al viento la desazón, el llanto ahogado. El amor infinito que nos unió desde que te pensé, os pensé, será lo único que exista.
Seguiremos nuestro rumbo con la
certeza de que somos tres grandes mujeres, yo a vuestra zaga, pues no pude
soñar que de mi naciesen tanta valentía, tanta fuerza interior.
Y me quedaré ahí, esperando, por
si la vida no se cansa y viene otro embate a sacudirnos. Haré entonces de
contrafuerte románico para apoyar el gran muro que sois. Para hacer lo único
que se hacer, ser madre
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