CAFE ENTRE LIBROS: Películas

Películas
Lucia Pravia

– ¡Nave! – contestó nervioso Raúl, tras los gestos de su novia. Ella comunicó mediante gestos que casi.

– Nodriza – dijo Carlos, con su habitual tono de: venga, por favor, si es obvio.

Laura, su pareja, se revolvió molesta en el sofá, a su lado. Al final habían decidido jugar a las películas, como cuando eran críos, a pesar de que ella había intentado evitarlo. Odiaba cuando Carlos se ponía tan prepotente… Silvia, la mimo en aquel momento, afirmó con algo de fastidio por el tono de su invitado. Siguió haciendo gestos intentando indicar la película que había pensado, pero ni Raúl ni Silvia parecían entenderlo.

– ¿Pederasta? – preguntó Raúl.

– ¡Serás animal!

– Carlos, por dios, compórtate – Le espetó su mujer.

– ¡Pero cómo dice pederasta! – Fingió escandalizarse – claro que de un niño sí que habla, eso es obvio.

Silvia siguió intentando expresar con su cuerpo el tema de la película, con escaso éxito.

– ¿Nadie? – Soltó Carlos mirando a los demás. – Venga… ¿en serio?

– A ver, listo, di – le provocó Silvia, esperando la película que dijera para cambiarla por otra de extraterrestres.

– Encuentros en la tercera fase.

– Uyyyy, casi… Ultimátum a la tierra. – Contestó ella.

– Seguro. La has cambiado para no darme la razón. Ahora estabas indicando que el protagonista llegaba adlátere de la nodriza

– ¿Adlátere???? – preguntaron todos a la vez

– Pero bueno Carlos, – empezó Laura – cómo puedes ser tan, tan…

– ¿Tremebundamente listo?

– Yo habría dicho odiosamente, pero no listo, sino jilipollas.

– Haya paz – dijo Silvia, hablando por primera vez desde su turno.

– Si es que no sé en qué momento pude desear casarme con este… – Carlos iba a abrir la boca para hablar, pero Laura levantó la voz – Ni se te ocurra hablar, anormal. Si quieres te lo digo en tu idioma. Infausto momento aquel en que te conocí. Este matrimonio ya hace tiempo que sufre de gangrena y no lo soporto más. Mañana mismo voy al abogado y pido el divorcio. Y ahora nos vamos, ya has conseguido que esta noche sea una puñetera hecatombe.