Mercedes González
Después
de un infausto
retiro de varios meses,
conmigo mismo, he vuelto de nuevo. Meto la llave en la cerradura con
la certeza de saber que no te encuentro. Y lo primero que hago es
coger el teléfono, otra vez sólo pienso en llamarte para decirte
¡tantas cosas! , te, que ya he vuelto.
Pero
quiero que sepas que no vuelvo a ti. No.
Ya
me imagino tu rostro mirándome, con esos inmensos ojos que
encierran una pasión inusitada, a base de rejas enormes que sólo
buscan encerrar mi corazón. Atraparlo para guardarlo en una cesta,
como si se tratara de una pasión infame. Ya noto en mí, tus ojos
tan grandes y yo tan pequeño…y creo sentir esa pasión oculta,
cruel como la de un pederasta
incierto.
No,
no quiero verte.
Me
niego a mirarte, sé que si lo hago me hipnotizarán de nuevo tus
ojos y como no podré adherirme a tu piel de nodriza
acogedora, mejor me quedo quieto .Para qué utilizar este teléfono,
si hace ya tiempo que tu línea se quedó en silencio, escuchando
mis voces de reproches y de lamentos.
Pues
entonces, cuelgo.
No
quiero tenerte, tu recuerdo es podredumbre me consume por dentro,
como a la gangrena, decidiré atajarla por segmentos. Si tu
extraño amor me ha hecho daño ¿para qué seguir sufriendo? Para
qué seguir soñando que cambiarás y que yo seré de nuevo tu
adlátere, tu siervo.
Me
giro y cojo de nuevo el teléfono, quiero decirte, ¡cuanto te he
querido y cuanto te he echado de menos!, decirte que ya no puedo
estar contigo sin llorar, por tanto dolor que llevo dentro, decirte
que ya no puedes provocar otra hecatombe
en mí, porque nuestro moribundo amor, ya está muerto.
Y
sin mirar, marco de memoria los números, aquellos que un día fueron
tu sonrisa, tu voz de sirena, tu aliento, tu sosiego, tu consuelo,
marco…y espero… y espero…y... ¿a qué esperar si ya estoy
muerto?.
Merche Glez.
3 comentarios:
Precioso relato aunque un poco triste.
Precioso Merche. Este relato es pura poesía.
Coincido con anónimo Eva. Pura poesía... Y sí, un poco triste, pero una pasada
Publicar un comentario