Filadi Curto
Hace
tiempo que dejaste de ser niña. Hace años que viajas por la vida en
libertad, pero ayer volviste a nacer al mundo, a balbucear palabras
incomprensibles para los demás.
Me dije que de nuevo tendría que
aprender tu lenguaje de niña desvalida, como hace veinte años. Me repetí que pese a ser una madre mayor para eso, lo haría, lo conseguiría, tengo la mejor motivación del mundo, el amor, el amor de
madre que mueve montañas, que defiende a sus crías con uñas y
dientes cuando la adversidad la acosa.
En mis
sueños inquietos te veo suplicando que te proteja, que aferre tu
mano para no ver los miedos que te acosan, para ayudarte a salir
corriendo de ese lugar desconocido y aterrador.
Y mi
corazón se encoje cuando tus ojos de cielo me buscan pidiendo
consuelo. Aquí estoy mi niña, a tu lado, como siempre, para
arrullar tu cara de seda blanca, para llenar tus mejillas con
millones de besos golosos y espantar a las sombras que asustan tu
descanso.
Acercaré
mi mano a tu mejilla, la posaré allí para aliviar tus ansias, para
cederte mi fuerza, para llamar a la tuya y que juntas venzan este
tropiezo que llegó sin avisar, como si nada.
Anhelo
tus risas, tu botella siempre llena, tus listas interminables de
horas organizadas. Te deseo a mi lado, caminando por la playa,
planificando tu vida. Volviendo junto a tu otra mitad.
Ya me
tarda mi niña, ya me tarda. Pero ahí está.
4 comentarios:
Sí, ya está ahí, y en nada, volverá a llenar tu vida con su torbellino de cosas por y para hacer, de sus ilusiones y sus retos.
En nada, volverá a ser esa brisa que necesitas.
Te quiero
Hermosas palabras de una persona más hermosa aun, yo también te quiero
Hermosas palabras de una persona más hermosa aun, yo también te quiero
Hermosas palabras de una persona más hermosa aun, yo también te quiero
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